Categoría: Disciplinas ecuestres
El salto (CSO)
Qué es la disciplina de SALTOS?:
La disciplina de SALTOS consiste en franquear a caballo un recorrido de varios obstáculos construidos con barras, sin cometer ninguna falta ni de rehúse ni de derribo. Las pruebas se disputan siguiendo varios baremos: contrarreloj, caza, potencia, con cronómetro, etc., y se clasifican en distintos grupos de acuerdo con las alturas, que oscilan entre 0’60 y 1’60 m.
Real Federación Hípica Española
A continuación, exponemos algunos detalles importantes que debe saber todo jinete o amazona que se sienta atraído por el CSO (Concurso de Salto de Obstáculos):
- Los caballos, en su estado natural, no están diseñados para llevar a lomos a un jinete y mucho menos para que este les obligue a dar brincos para pasar extraños obstáculos. Por consiguiente, a la hora de entrenar un caballo para la disciplina de Salto es imprescindible el análisis de su morfología, una adecuada musculación y un entrenamiento paulatino.
- El jinete debe tener suficientes conocimientos de doma para mantenerse equilibrado con naturalidad, controlar el acceso al obstáculo, saber calcular los trancos, prever la recepción después del salto, etc.
La iniciación del alumno al Salto debe prepararse haciéndolo consciente de la dificultad para él y para el caballo, practicando primero con barras de tranqueo, con cavaletti, cogiendo confianza y dándosela al caballo.
El ejercicio de Salto siempre será dirigido por un profesor conocedor de cada movimiento preciso para acceder al salto y con la capacidad de transmitir este conocimiento al alumno, que normalmente se siente atraído a la vez que inseguro.
En el aprendizaje del Salto de Obstáculos debe mantenerse siempre una atmósfera especialmente tranquila, sin precipitaciones, practicando primero los obstáculos únicos, combinando poco a poco grupos de obstáculos hasta llegar a un laboratorio con un encadenamiento de saltos de diferente dificultad: verticales, fondos, muros, oxers… con trazados más cerrados, y siempre controlando la velocidad, que puede ser decisiva a la hora de puntuar en competición.
Junto con la doma clásica y la prueba de cross country, el CSO conforma la disciplina olímpica de Concurso Completo de Equitación (CCE).
Cross Country
El Cross Country es una prueba de salto de obstáculos campo a través. Junto con la doma clásica y concurso de salto de obstáculos (CSO), forma la disciplina olímpica de Concurso Completo de Equitación (CCE).
Los obstáculos normalmente son barreras que asemejan los obstáculos naturales que podrían encontrarse en pleno campo, y caballos y jinetes deben franquearlos con naturalidad y destreza.
S’Hort Vell dispone de una pista de Cross Country, de aproximadamente 35.000 m2, dotada de obstáculos naturales móviles y un clásico piano, obstáculo especialmente diseñado para poder realizar varios ejercicios de salto, diferentes según la forma de abordarlo, con un puente en lo alto.
Existen obstáculos preparados para los diferentes grupos de alumnos; también para los miembros del Pony Club, e inclusive para los más pequeños, que disfrutan de un paseo por el campo de cross al terminar la actividad de KIDS & Ponies, generalmente acompañados por sus padres.
Para los alumnos resulta muy interesante poder practicar los ejercicios, sean del nivel que sean, en un espacio abierto. De esta manera, pueden notar el comportamiento diferente de los caballos y los ponis, y sentir la satisfacción de experimentar un paseo en plena naturaleza.
TREC
El TREC o Técnicas de Rutas Ecuestres de Competición es una disciplina ecuestre en la que jinetes y amazonas y sus caballos compiten en una serie de pruebas, mediante las que se valora la capacidad de los binomios para orientarse, adaptarse y superar las dificultades que se encuentran en el medio natural.
Consta de tres pruebas: la prueba de orientación y regularidad (POR), la prueba de terreno variado (PTV) y la prueba de aires (PAR).
Por tanto, el TREC es una de las disciplinas más completas ya que interviene la doma, la flexibilidad, la confianza, la educación del caballo para el trabajo pie a tierra, un poco de cross-country con pequeños saltos, la gestión del esfuerzo del caballo y la capacidad de evaluar tiempo y velocidad, adaptándose al terreno. Además, a ello se suma el conocimiento del jinete en materia de orientación y cuidado del caballo.
Esta actividad va dirigida a todos aquellos que, siendo amantes de los caballos y la equitación, quieran disfrutar con esta disciplina variada y divertida y que no exige un nivel de equitación ni de forma física excesivamente alto, pero que sin duda ayuda a conseguirlo.
El TREC se puede practicar con cualquier caballo que reúna las cualidades de buen temperamento y buena resistencia física. En S’Hort Vell tenemos ponis y caballos que cumplen estas características, así como unas instalaciones adecuadas, para el disfrute de esta interesante actividad.
Doma clásica
La doma en S’Hort Vell
Los profesores eligen cada caballo para el nivel del alumno y el trabajo a realizar, explicando las características del ejercicio, el porqué de la dificultad que encierra y la forma más adecuada de resolver cada punto de aprendizaje. Ya en el momento en que se lleva del diestro el caballo desde su paddock al área de preparación, se debe entablar una relación mutua basada en la seguridad; la del caballo que sabe que no se le pedirá lo que no puede hacer, y la del alumno que sabe que el caballo reaccionará siempre de forma previsible. El respeto mutuo es la base de Fundació S’HORT VELL, también con los caballos.
Poco a poco se van trabajando las diferentes figuras, los aires, las transiciones, las paradas… Siempre de forma relajada, sin querer precipitarse; dialogando con el caballo a través de las ayudas que se van aprendiendo; ganando confianza en las capacidades, que van aumentando, y siendo conscientes de cada orden que se da al caballo, verificando que realmente existe ese diálogo y que ambos miembros del binomio jinete-caballo saben lo que está comunicando el otro.
El sistema que acabamos de exponer nos sirve desde los más jóvenes y debutantes hasta los más avanzados jinetes, cada uno en el nivel de dificultad que tiene su propio entrenamiento. Los niños juegan pero al mismo tiempo son conscientes de los errores que han cometido en el manejo o en el uso de las ayudas. Saben desde la primera clase que con fuerza y dureza no se consigue nada y aprenden en cada clase el lenguaje correcto que deben emplear con sus nuevos compañeros: los ponis y los caballos.
Un poco de historia
Desde el momento en que los caballos se usaban para los más duros servicios en la guerra, su “puesta a punto” debía ser pronta (caballos jóvenes) y rápida (para cubrir las bajas). Todo ello obligaba a que las personas encargadas de esta preparación fueran a su vez soldados bajo una importante presión y con un total desconocimiento de la ciencia que hoy conocemos, llamada etología. Los caballos se “domaban” utilizando la dureza, la fuerza. Probablemente por ello se utilizó el término “doma”, totalmente desafortunado, ya que el caballo como ser vivo no precisa ser “domado”, sino “enseñado”, al igual que los humanos. Como en el caso de nuestra especie, el caballo valora más el premio como estímulo positivo de aprendizaje, que el castigo.
A partir de la Edad Media, aparece la tendencia de mejorar el conocimiento del caballo por parte de los oficiales de los ejércitos europeos, y comienza lo que, salvo en España, en toda Europa se denomina dressage, término francés más adecuado, que podríamos traducir como adiestramiento. Con esta idea, con la creación de la “Alta Escuela Española de Viena”, fundada en 1572, y la “Escuela Portuguesa de Marialva” y la “Escuela Francesa de Versalles”, ambas del siglo XVII, se inicia lo que en nuestros días denominamos Doma Clásica.
La doma, hoy
La tendencia de la doma clásica en las áreas más avanzadas dentro de lo que podemos llamar cultura ecuestre viene reforzada por un profundo conocimiento de la etología equina, la biomecánica del caballo, una alimentación y manejo adecuados al esfuerzo físico y mental que deben desarrollar los caballos y, finalmente, el respeto que aquellos que practican esta disciplina sienten por los caballos.
La irrupción de esta nueva realidad en la doma clásica consigue resultados excelentes sin tener que aplicar técnicas agresivas a los caballos. Con ello se logra, además, mantener más tiempo la capacidad del caballo y del jinete, trabajar con más armonía, usando con inteligencia los recursos que tienen tanto caballo como jinete, y alcanzar con sencillez, elegancia y naturalidad, la perfección.
Junto con el concurso de salto de obstáculos (CSO) y la prueba de cross country, la doma clásica forma la disciplina olímpica llamada Concurso Completo de Equitación (CCE).